No te ciegues...(y tendras vision)

viernes, 18 de mayo de 2007

Introducción al Budismo Zen


"Cuando llegues a la cumbre de una montaña, sigue subiendo".
Expresión zen.

El budismo zen, heredero de tradiciones culturales hindúes y chinas, y estrechamente vinculado a la cultura japonesa, a partir del siglo XII, no puede considerarse ni
una religión, ni una filosofía, ni tampoco una psicología o una ciencia. Es más bien una disciplina o una experiencia cuya finalidad última es proveer al hombre de una técnica que le permita alcanzar la iluminación (o satori, para el zen).


Intentando formularlo en términos occidentales, se podría decir que el objetivo fundamental del zen es salvar al hombre de la locura y la parálisis, a través de la apertura de ese "tercer ojo", tan citado por textos búdicos, que es el que le permitirá "ver". Ya que sólo el satori es el que permite traspasar la frontera y ver, quien lea sobre zen antes de alcanzarlo es como un ciego de nacimiento que intentara entender los colores a través de descripciones.

El satori, dice el zen, es lo que despierta a la verdadera vida, que se contrapone a lo que ilusoriamente se considera como la vida: "El hombre es perfecto y nada le falta, pero esta idea duerme en el centro de él. No se da cuenta de ello pues está preso en la maraña de sus representaciones mentales. Todo ocurre como si entre el hombre y la realidad, su actividad imaginativa hubiera tejido una pantalla".

La realización perfecta no se da en otra vida, en otro mundo, sino "aquí y ahora", una vez que se consigue el satori.

El zen propone disciplinar la mente hasta hacerla dueña de sí misma, por medio de la comprensión interna de su propia naturaleza. La disciplina del zen abre el ojo de la mente para mirar dentro de la razón misma de la existencia. Sólo así el hombre será capaz de captar la naturaleza real de su mente o alma.

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