Terapia Craneo - Sacra II

TRES RITMOS, TRES MAREAS

INSPIRADAS POR EL ALIENTO DE LA VIDA PARA CONOCERNOS EN PROFUNDIDAD, NOS AYUDAN A SANAR NUESTRO CUERPO Y NUESTRAS EMOCIONES.

LA PRIMERA MAREA, EL RITMO CRANEAL
DENOMINADA TAMBIEN EL IMPULSO RESPIRATORIO PRIMARIO (IRP)

Por ser la primera respiración que se produce en el ser, durante la etapa fetal. Es el responsable del movimiento del Líquido Cefalorraquídeo entre el sacro y el cráneo. Su ritmo es de 6 a 12 ciclos por minuto. Es la más física y con ella trata la Osteopatía Craneal, la terapia Cráneo Sacral o TERAPIA SACRO CRANEAL.

Moviliza y flexibiliza todos los tejidos del cuerpo, facilitando el intercambio, metabolismo/ catabolismo de los fluidos. Equilibra el sistema nervioso. Ayuda a liberar tensiones óseas, musculares y craneales. Asegura la movilidad, la salud celular y en general un profundo bienestar psicológico y emocional.

LA MAREA MEDIA, LA BIOSFERA
Es más lenta y se la denomina LA POTENCIA o LUZ LÍQUIDA. Es más sutil y energética y corresponde a la vitalidad del cuerpo. Se manifiestan en ella todos los desequilibrios antes de plasmarse en el cuerpo físico. Su ritmo es de 3 ciclos por minuto. Ayuda a mantener la salud energética y emocional, autorregulando y equilibrando todos los sistemas. En ella aprendemos a contactar con el PLAN INHERENTE DE SANACIÓN, aquello que realmente necesitamos. Nos enseña a contactar con ella la BIODINÁMICA.

LA MAREA LARGA, EL TODO

Es la conexión con el todo y su ritmo es el más lento y sutil, 1 ciclo por minuto o incluso más tiempo indefinido. Aumenta la conciencia más allá del ser y es donde todo se integra y organiza. Produce un estado profundo de conexión con todo nuestro entorno, con la Presencia que impregna todo, organizándonos dentro de la vida y de todo lo que nos rodea. Nos ayuda a reconocer la razón de nuestra existencia: NUESTRA MATRIZ ORIGINAL, recordándonos quiénes somos y a qué hemos venido a esta vida. Otorga una profunda sanación y regeneración. Es un estado de gracia que surge de un profundo estado de quietud en la conexión entre el paciente-participante y el terapeuta-facilitador. También nos la muestra la BIODINÁMICA.